Elementos que nos atrajeron la atención
Positivos
Un aspecto que disfrutamos mucho de la obra fue la ironía, el humor de la protagonista y las analogías que utilizaba. “El baño parecía un jacuzzi y yo una sobreviviente del Titanic”(Istarú, 1996), “No sólo bisexual, sino que el único que te calienta es el señor expresidente.” (Istarú, 1996), “Es una broma. Voy a tomar un taxi.” (Istarú, 1996)
Nos gustó mucho su inocencia al principio de la obra, cuando apenas estaba conociendo sobre la vida. “¡Pero qué bruto que sos! ¡Claro que no nacen en un maletín, tarado! ¡Todo el mundo sabe que nacen por el ombligo!” (Istarú, 1996)
Algo que también disfrutamos de la obra fueron las conversaciones que tuvo con los hombres que salió, en específico, la que tuvo con Yupi. “Tené cuidado. Dicen que los casanovas en el fondo son bisexuales.” (Istarú, 1996) De ahí en adelante, Alicia se encargó de dejar a su lamentable cita en absoluta vergüenza ante el expresidente, a quien tanto anhelaba impresionar.
Además, cuando expresó lo contradictorios e injustos que son los estereotipos y roles de género establecidos por la sociedad patriarcal. “¿Qué es lo que quieren los hombres? ¿Una virgen con pasado? ¿A Madonna haciendo la primera comunión? ¡No! ¡Peor aún! Quieren a la madrecita de sus hijos, tonta, ciega, sorda y muda, feroz en la cama como un témpano de hielo, y a cinco kilómetros de distancia a una amante voluptuosa y devoradora, que haga aeróbicos sobre el sitio de su pecado, y esté dispuesta por ellos a reventar en el basurero su juventud y su maternidad, y a pasar las navidades sola, despedazando el mantel de la cena con los dientes. O mejor aún, amantes de bolsillo, ocasionales, baratas y descartables.” (Istarú, 1996) No pudo plantear mejor la situación sexista y machista que se sufre aún en la actualidad.
Negativos
Nos pareció sumamente cruel que el papá ni siquiera sabía el nombre de su hija. “Andá con tu mamá, Beatriz. - Me llamo Alicia”, “María, vení a hacerme algo de comer. - ¡María! ¿María la criada o María la Santa Madre? ¡O mejor ambas! ¡Dame de comer! ¡Ahora me llamo mamá! (Grita) ¡Para que te enterés: me llamo Lucrecia Borgia, Circe, Morgana! ¡Dalila! ¡Medea! (Llora) ¡Me llamo Alicia! ¡Me llamo Alicia! ¡Me llamo Alicia!” (Istarú, 1996) Pudimos verdaderamente sentir la frustración y el dolor de Alicia al ver que su propio padre la llamaba con cualquier nombre menos el suyo.
Referencias Bibliográficas
Istarú, Ana (1996) Hombres
en escabeche. Editorial Departamento de Publicaciones Ayuntamiento de Sevilla
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